Iniciamos el repertorio en el siglo XV, con el Ave sanctissima Maria, a tres voces, de Juan de Anchieta, de realización sencilla, prácticamente homófona, con escasas imitaciones y rasgos propios del quattrocento, como es el uso de la cadencia borgoñona.
Continuamos con el Regem cui omnia vivunt a ocho voces de Tomás Micieces, del Invitatorio del Oficio de Difuntos, en el que encontramos elementos característicos del periodo barroco, como la sustitución de la modalidad por la tonalidad, la policoralidad y el diálogo contrastante entre la polifonía, utilizada para el Invitatorio, y la monodia gregoriana para los Salmos.
Volvemos al renacimiento con el O Crux, Ave de Morales, para saltar después al clasicismo con Fernando Sors, pero el mismo motete, con un lenguaje en donde prima más lo armónico que lo contrapuntístico, con frecuentes cambios tonales que nos van aproximando hacia el Romanticismo.
Continuamos con el motete a seis voces Regina Caeli, de Juan Navarro, en el que se combinan el cantus firmus de la antífona mariana con el exuberante contrapunto en
los pasajes aleluyáticos, para expresar la alegría de la Virgen María por la resurrección de su Hijo.
Saltamos al siglo XX, con la música del padre Prieto, religioso jesuita que desarrolló su carrera musical en Comillas, Roma y Japón, logrando gran reconocimiento internacional con la Schola Cantorum. En su Psalmus 97, a cuatro voces, y en toda su obra en
general, fusiona el canto llano, la polifonía sacra del Renacimiento y la “apertura a la modernidad”, recogiendo algunas influencias de Stravinski, Bartok, del impresionismo francés y, sobre todo, del nacionalismo musical y folklore españoles.
Pasamos a la sutil reelaboración de la antífona para las Vísperas de san Miguel Arcángel, que Fernando de las Infantas realiza en su Dum praeliaretur, a seis voces, donde demuestra su maestría en el contrapunto y sus artificios y pone a prueba el nivel técnico-vocal y musical de los intérpretes.
Volvemos al siglo XX, en este caso a Ángel Barja, quien completó su carrera musical en el Pontificio Istituto di Musica Sacra de Roma, lo que le aproximó a la realidad cultural de Suiza, Austria y Alemania, además de permitirle tener un estrecho contacto con la vanguardia musical de John Cage, Luciano Berio o Luigi Nono. Su profundo conocimiento de las corrientes compositivas históricas, abarcando desde el canto gregoriano hasta las tendencias artísticas más actuales, le lleva a escribir maravillosas piezas como el Versa est in luctum, primer número de su tríptico Cantiones Job.
Con el mismo texto, Alonso Lobo escribe un motete a seis voces para las exequias de Felipe II en 1598, una de las cumbres de la polifonía renacentista en el que, con una sobria y concisa escritura, es capaz de plasmar el dolor y solemnidad requeridos para la
ocasión.
Volvemos al siglo XX de la mano de Alejandro Yagüe, que combina con maestría la música popular y contemporánea y la policoralidad en casi todo su repertorio. Aunque el
Nec sol lucebat que incorporamos a este repertorio es una de sus piezas con menor número de voces, no por ello es menos brillante, como lo evidencia su tercer premio en el Musical Diabelli Contest de Munich de 2016.
Hacemos una prolongada pausa en el abundante contrapunto imitativo renacentista de las Lamentatio Ieremiae, a seis voces, de Pedro Ruimonte, para regresar al siglo XX de la mano de García Abril, miembro de la Generación del 51 que se apartará de la vanguardia para construir un lenguaje directo, cercano al público, pero no exento de modernidad. Su Pater Noster, de una gran riqueza armónica, revela la gran pasión del compositor por la voz y el tratamiento de la palabra.
Como cierre de programa, recuperamos la figura de Ricardo Rodríguez Palacios, un autor
vinculado en exclusiva al mundo coral, no sólo como compositor, sino también como docente y director. Su Ave María de la Paz, Final surge en vísperas de la Guerra del Golfo Pérsico, en 2003. En ella confluyen el canto llano con nuevas propuestas armónicas y escénicas.
1. Ave Sanctissima María …………………..…… Juan de Anchieta (1462 – 1523)
2. Regem cui omnia ……………………………..…… Tomás Micieces (1655 – 1718)
3. O Crux, Ave ………………………..……… Cristóbal de Morales (c.1500 – 1553)
4. O Crux, Ave ………………………………………..…… Fernando Sor (1778 – 1839)
5. Regina Caeli .………………………………………… Juan Navarro (c.1530 – 1580)
6. Psalmus 97 ………………………………..…… José Ignacio Prieto (1900 – 1980)
7. Dum preliaretur ………………….…… Fernando de las Infantas (1534 – 1610)
8. Versa est in luctum …………………………………..… Ángel Barja (1938 – 1987)
9. Versa est in luctum ……………………………..……… Alonso Lobo (1555 – 1617)
10. Nec sol lucebat ………………………………..… Alejandro Yagüe (1947 – 2017)
11. Lamentatio In Parasceve. L II ……………… Pedro Ruimonte (1565 – 1627)
12. Pater Noster ……………………………..…… Antón García-Abril (1933 – 2021)
13. Ave María de la Paz, Final ……………..… Ricardo Rodríguez (1944 – 2015)